Iñaki, un bilbaíno de viaje en Japón, se compra un par de gafas de tecnología punta que permiten ver desnuda a la gente. Se las pone y ve pasar a una y a otra. Todas desnudas. estaba encantado.
Se las pone, desnudas. Se las quita, vestidas.
Se las pone, desnudas. Se las quita, vestidas.
¡Por Dios, que maravilla!
Incluso adelanta el viaje de vuelta a casa para enseñarle a su mujer la novedad.
En el avión, se siente enloquecido viendo a las azafatas en pelota picada.
Se las pone, desnudas. Se las quita, vestidas.
Se las pone, desnudas. Se las quita, vestidas.
Cuando llega a casa, y antes de abrir la puerta, se coloca las supergafas, para ver desnuda a su Nekane.
Abre la puerta y allí está ella, su querida esposa, con Jokin, su mejor amigo. En el sofá. ¡desnudos!
Se quita las gafas, desnudos.
Se pone las gafas, desnudos.
Se las quita… desnudos.
Se las vuelve a poner… desnudos.
Y no puede evitar un grito desgarrador:
¡Me cago en la hostia!. ¡¡¡Nuevas y ya no funcionan! !!putos chinos!!!! Una pena.