Jens Weidmann podría tener los días contados como presidente del Bundesbank. Eso es lo que se temen en Berlín, ya que su postura en contra de la compra de bonos soberanos del Banco Central Europeo (BCE) no está teniendo efecto en la institución presidida por Mario Draghi y contradice el consenso generalizado que existe en Europa al respecto, según informa hoy el diario germano Handelsblatt.
El rotativo cita Emil Willsch, miembro de la comisión presupuetaria del partido Unión Cristiano Demócrata (CDU), que considera que existe el riesgo de que Weidmann dimita, al igual que hizo su antecesor en el cargo Axel Weber, que también se mostró en contra de algunos de las decisiones del banco central del euro.
Weidmann se ha mostrado insaciablemente crítico con la opción de que se compren bonos soberanos para ayudar a países en problemas como España e Italia. Sus últimas declaraciones en esta línea son sólo un ejemplo más de su postura: ese tipo de financiación puede «crear adicción como una droga».
Y aunque la canciller alemana Angela Merkel ha respaldado estas últimas palabras, lo cierto es que Weidmann parece haberse quedado sólo en el seno del BCE. Incluso Jorg Asmussen, uno de los consejeros alemanes en el organismo, ha defendido la compra de bonos.