La agencia de calificación crediticia Moodys mantiene su perspectiva negativa sobre el sistema bancario de Reino Unido debido a la incertidumbre de las perspectivas económicas para el país, los riesgos a la baja para los activos y la presión sobre la rentabilidad como consecuencia del débil crecimiento del crédito y los mayores costes regulatorios. «La persistente perspectiva negativa para la banca de Reino Unido se explica por la incertidumbre de las perspectivas económicas, la presión sobre la rentabilidad y los riesgos a la baja para los activos», señala Elisabeth Rudman, vicepresidenta de Moody»s.