“No espero que la economía vuelva a entrar en recesión”. El presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, acaba de pronunciar esta afirmación en la segunda sesión de su comparecencia en el Senado de Estados Unidos. Aunque Bernanke ha advertido que “la política monetaria no es la panacea” y que “no puede hacer mucho por el crecimiento a largo plazo”, los inversores se han quedado con sus declaraciones más positivas y llevan a los índices de la Bolsa de Nueva York a máximos de la jornada, con alzas del 0,8% de media.
Bernanke ha alertado, como ya hiciera ayer, de la necesidad de un plan creíble para la estabilidad fiscal, porque “la situación fiscal es insostenible y la brecha podría dañar la recuperación y el mercado laboral”. ¿Pistas sobre una nueva ronda de estímulos (QE3)? Pocas, salvo que “los anteriores programas QE fueron productivos”, aunque ha afirmado que «no quiero dar a entender que hemos hecho todo lo posible (…) Podemos hacer algo más en el futuro», una nueva versión del «la Fed está preparada para actuar si fuera necesario».
Además, el presidente de la Fed también ha vuelto sobre la idea lanzada ayer de que la crisis europea es una amenaza: “Europa no está cerca de encontrar una solución a largo plazo”.