Al cierre…a la baja

La bolsa española no ha comenzado con buen pie la segunda semana de febrero y su principal indicador, el Ibex 35, ha terminado hoy con una caída del 1,18%, por lo que mañana saldrá desde los 8.078 puntos. Los goteos a la baja han sido incesantes durante toda una jornada huérfana de catalizadores. Y al final, la lógica del los bajistas ha terminado por imponerse al ritmo de los 382 puntos a los que ha escalado la prima de riesgo de la economía española y del miedo a que la guerra de divisas meta al euro en una espiral de volatilidad.

Otra vez está el Ibex haciendo equilibrios desde los 8.000 puntos, un nivel incómodo y psicológico que no debería perder. Con los mercados asiáticos cerrados por la celebración del Año Nueva chino, las referencias matutinas han sido escasas. Pero prácticamente todas las crónicas hablaban tanto de los escándalos de corrupción en España como de las próxima elecciones en Italia.

Ambas cosas preocupan por igual en las mesas de operaciones, como también es motivo de debate el nivel que debe tener el euro. Ahora mismo, la divisa europea es capaz de mover el mercado por sí sola. Y lo que asocian los operadores es que a mayor fortaleza, mejor le irá a las bolsas. Es una relación un tanto perversa y bastante viciada, porque está por ver y por demostrar que un euro más débil no pueda ser un catalizador para las economías más tocadas, en particular las periféricas. Pero así se las gastan los mercados.

De hecho, el ministro francés de Finanzas, Pierre Moscovici, ha atribuido este lunes la subida del euro durante las últimas semanas a las «prácticas agresivas» de algunos socios internacionales y ha reclamado al Eurogrupo un «enfoque coordinado» para defender ante el G-20 la «estabilidad de los tipos de cambio». Es decir, de una manera suave, el político galo ha venido a sugerir una especie de intervención más o menos controlada y por la puerta de atrás, algo que también contempló la semana pasada Mario Draghi. Sin embargo, media hora antes del cierre de las bolsas, Weidmann, del BCE, ha tirado por tierra su argumento tras declarar que, en su opinión, el euro no está seriamente sobrevalorado.

El fuego cruzado entre franceses y alemanes a santo de la moneda única ha sido casi lo único relevante que ha sucedido hoy en los mercados. Al cierre, el euro subía medio punto porcentual contra el dólar y se cambiaba a 1,3421 unidades. Además, hoy no había resultados empresariales de gran calado ni datos macro en los que apoyarse. Por eso, los inversores no han encontrado razones claras para seguir dando cuerda a la cometa. Siempre se puede culpar a la prima de riesgo del descalabro. Pero lo cierto es que ha cerrado en 382 puntos, sin demasiados cambios.

Dentro del Ibex, Abengoa es el peor valor del día y se deja alrededor del 5%. Con recortes del 2% acaban Sacyr, IAG e Inditex, mientras que Sabadell, Repsol, Santander, Telefónica e Iberdrola se dejan entre el 1% y el 1,8%. Desde luego, no ha sido el día de los grandes valores. Al cierre del Ibex, sus principales homólogos europeos cotizaban prácticamente planos pero con ligero sesgo bajista.