Roubini: Lo peor llegara en 2013
Nouriel Roubini, repasa, comenzando con los países avanzados, los problemas a los que se enfrentan los inversores. La recesión de la zona euro se ha extendido desde la periferia hacia el centro, con Francia y Alemania entrando en una doble recesión en su mercado de exportación (China / Asia) y una contracción absoluta en los demás (sur de Europa).
El crecimiento económico en Estados Unidos se ha mantenido anémico, entre el 1,5-2% durante la mayor parte del año, y Japón está cayendo en una nueva recesión. El Reino Unido, al igual que la zona del euro, ya ha experimentado una doble recesión, y ahora incluso los mayores países exportadores de productos básicos – Canadá, los países nórdicos y Australia – se están desacelerando lastrados por EE.UU., Europa y China.
Mientras tanto, las economías de los mercados emergentes – incluyendo todos los países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y otros actores importantes como Argentina, Turquía y Sudáfrica – también se han desacelerado en 2012. La desaceleración de China se ha estabilizado en los últimos trimestres, ante la última inyección fiscal, monetaria y de crédito del Gobierno, pero este estímulo sólo perpetua ese modelo de crecimiento insostenible, basado en demasiada inversión fija y el ahorro y muy poco consumo privado.
En 2013, los riesgos a la baja para el crecimiento mundial se ven agravados por la propagación de la austeridad fiscal a las economías más avanzadas. Hasta ahora, el lastre fiscal se ha concentrado en la periferia de la eurozona y el Reino Unido. Pero ahora está penetrando en el núcleo de la eurozona. Y en los EE.UU., incluso si el presidente Barack Obama y los republicanos en el Congreso alcanzan un acuerdo sobre un plan de presupuesto que evite el inminente «acantilado fiscal». Los recortes de gastos y los aumentos de impuestos provocarán inevitablemente algún lastre para el crecimiento en 2013 – por lo menos del 1% de PIB. En Japón se eliminará el estímulo fiscal de la reconstrucción post-terremoto.
El Fondo Monetario Internacional tiene toda la razón al argumentar que la excesiva austeridad fiscal sincronizada en la mayoría de las economías avanzadas, sugiere unas sombrías perspectivas de crecimiento mundial en 2013. Por lo tanto, ¿qué explica el reciente repunte en los mercados bursátiles estadounidenses y mundiales?
La respuesta es simple: los bancos centrales han vuelto a regar al mercado con liquidez, dando un renovado impulso a los activos de riesgo. La Reserva Federal de EE.UU. ha adoptado una flexibilización cuantitativa (QE) agresiva. El anuncio del Banco Central Europeo, de su programa de compras de bonos ha reducido el riesgo de una crisis de deuda soberana en la periferia de la eurozona y una ruptura de la unión monetaria. El Banco de Inglaterra ha pasado de QE a CE (credit easing), y el Banco de Japón ha aumentado varias veces el tamaño de sus operaciones QE.
Las autoridades monetarias de muchas otras economías avanzadas y de mercados emergentes, también han recortado sus tasas de interés. Y, con un crecimiento lento, una inflación moderada, unos tipos de interés de corto plazo de casi cero, y más QE, los tipos de interés a más largo plazo seguirán bajas (con la excepción de la periferia de la eurozona, donde el riesgo soberano sigue siendo relativamente alto). No es de extrañar, entonces, que los inversores busquen desesperadamente una mayor rentabilidad y se han apresurado a comprar valores de renta variable, materias primas, instrumentos de crédito y divisas de mercados emergentes.
Pero ahora se ha puesto en marcha una corrección del mercado mundial, debido, sobre todo, a las pobres perspectivas de crecimiento. Al mismo tiempo, la crisis de la eurozona sigue sin resolverse, a pesar de las acciones audaces del BCE y las conversaciones para conseguir una unión bancaria, fiscal, económica y política. En concreto, Grecia, Portugal, España, Italia y todavía están en riesgo, mientras que el núcleo de la eurozona está cansada de tanto rescate.
Por otra parte, las incertidumbres políticas y monetarias – sobre la deuda, fiscalidad, impuestos, y los frentes legislativos – abundan. En los EE.UU., las preocupaciones fiscales son tres: el riesgo de un «precipicio» en 2013, ya que los aumentos de impuestos y recortes masivos del gasto comenzarán automáticamente si no se alcanza un acuerdo político; el combate por el techo de la deuda, y una nueva lucha sobre la austeridad fiscal a medio plazo. En muchos otros países o regiones – por ejemplo, China, Corea, Japón, Israel, Alemania, Italia y Cataluña – las próximas elecciones o transiciones políticas también han aumentado la incertidumbre política.
Otra razón para la corrección es que las valoraciones en los mercados bursátiles son cada vez más exigentes: la relación precio / ganancias es alta, mientras que el crecimiento del beneficio por acción está descendiendo, y estarán sujetas a más sorpresas negativas ya que el crecimiento y la inflación siguen siendo bajos. Con estos riesgos en el radar de los inversores, la corrección podría acelerarse rápidamente.
De hecho, en la actualidad hay una mayor incertidumbre geopolítica, así: el riesgo de una confrontación militar entre Irán e Israel sigue siendo alto ya que las negociaciones y las sanciones no pueden impedir que Irán desarrolle armas nucleares; es probable una nueva guerra entre Israel y Hamas en Gaza, la primavera árabe se está convirtiendo en un invierno sombrío de inestabilidad económica, social y política, y las disputas territoriales en Asia entre China, Corea, Japón, Taiwán, Filipinas y Vietnam están inflamando las fuerzas nacionalistas.
Los consumidores, las empresas y los inversores se han vuelto más cautelosos y reacios al riesgo y así, el rally del mercado de las acciones de la segunda mitad de 2012 ha tocado techo. Dada la gravedad de los riesgos sobre el crecimiento en las economías avanzadas y emergentes, la corrección podría señalar que lo peor para la economía mundial y los mercados financieros en 2013 todavía está por llegar.– La carta de la bolsa