Niño Becerra: La triste realidad
La realidad se puede pintar -la pueden pintar quienes la pintan-, verde, rosa azul o amarilla, pero la realidad es única: es esta.
Hace un par de días, cuando entraba en la Facultad, me encontré con una alumna que cursó Ingeniería Industrial hace un año. Ex alumna mía en la asignatura de ‘Economía’, le pregunté que estaba haciendo ahora, a qué se dedicaba, y nos pusimos a charlar.
Está bien, trabajando en Francia, en una compañía proveedora del sector del automóvil, y está en una línea de futuro que ya es presente: en logística. Aún se halla en prácticas, y me dijo que está aprendiendo mucho; pero, persona inquieta, ya está buscando otros horizontes. Y sobre eso me habló, y a través de eso me mostró un fragmento de realidad.
Está en conversaciones con una empresa. Proceso de selección kilométrico. Sesenta entrevistas. Finalmente sólo dos candidatos, y la entrevista final: los dos cara a cara con el entrevistador.
El conductor les dice que se presenten. Mi ex alumna dice lo que es y lo que está haciendo. El otro candidato también: ingeniero de caminos con cuatro años de experiencia profesional activa.
La realidad pueden pintarla verde, rosa azul o amarilla, pero lo único cierto es que la oferta de trabajo es superior a la demanda, muy superior, a todos los niveles. Punto.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull. Lacarta delabolsa