Niño Becerra: La España que ahora conocemos va a cambiar radicalmente
¿Se han dado cuenta de la cantidad de cosas que la UEM va a autorizar a España que pueda hacer con los ‘hasta 100 mM’?. Recapitalizar bancos, comprar deuda pública, utilizarlos como garantía para emisiones, dotar un fondo de imprevistos (¿El pago de las nóminas a las que se refirió el Sr. Ministro de Hacienda?), …
Viendo esto lo único que se me ocurre es que o bien a España le han dado ‘hasta 100 mM’ para que vaya tirando hasta que se le acaben y que no va a haber más, o bien que le han dado una especie de carta de crédito en la que esos ‘hasta 100 mM’ serán el inicio y que van a venir más, a cambio, evidentemente, de que España tenga que pedir permiso hasta para ir al lavabo. ¿Qué pienso?. Me quedo con la segunda opción.
España no va a quebrar porque a nadie le interesa que quiebre: si no quebraron los países latinoamericanos en los 80 y 90, ¿cómo va a quebrar España?, claro que eso va a tener consecuencias: España no va a tener capacidad para decidir nada en relación a nada. Durante muchos años, muchos, pienso que la España que ahora conocemos va a cambiar radicalmente como consecuencia de los cambios que se van a derivar de lo que desde fuera le digan que tiene que hacer y de las consecuencias que va a tener que le digan como tiene que hacerlo.
Y eso va a suponer mucho más que pérdida de autonomía, va suponer que el Gobierno efectivo de España no va a estar ni en Madrid ni en las ciudades en que se hallan las sedes de los gobiernos regionales, ni en los edificios que albergan los consistorios de los ayuntamientos de España, lo que supondrá cambios en la estructura política y administrativa de España. Si a España le sirve de consuelo, pienso que esto va a pasar en todas partes, lo que sucede es que en algunas de esas otras partes habrá un protagonismo que en España no habrá.
Cosas como esas suceden cuando debes y no puedes pagar, ni puedes garantizar que eres capaz de generar lo suficiente para poder pagar.
* – Se vuelve a hablar de deflación. Vamos a ver. Si una sociedad ve que el desempleo aumenta, que sus rentas descienden, que las expectativas van a menos, que la oferta de servicios públicos se reduce, que los precios de los bienes y servicios imprescindibles suben, ¿creen que esa sociedad va a consumir mucho de lo que no sea imprescindible?. Y si eso se combina con excesos de capacidad productiva prácticamente de todo, ¿creen Uds. que el clima económico será propicio?. Y si a esto añadimos que es superdifícil y supercaro obtener un crédito, creen que eso favorecerá el crecimiento de la economía?. ¿Que viene unas situación deflacionaria?. ¡Qué menos!.
* – Hay razonamientos que son para enmarcar, de verdad, por ejemplo el que realizó el Sr. Ministro de Economía del reino el pasado 23 de Julio en el Parlamento (vean la Pág. 19 de El País del 24.07.2012, lo detalla muy bien). Argumenta el Sr. Luis de Gindos que España no va a solicitar el rescate porque España es solvente. ¿Por qué es solvente España?, pues porque España tiene capacidad de crecimiento a medio plazo y porque España es un país competitivo, por lo que España puede crecer; ahí están, como muestra, la mejora de las exportaciones y el turismo que a España llega.
De entrada es posible que España no quiera pedir el rescate pero puede que le ‘sugieran’ insistentemente pedirlo: es lo que le pasó a Portugal. Sobre la capacidad de crecimiento, ¡que vamos a decir!: ya se ha olvidado el Sr. Ministro del Tigre Celta y de su crecimiento imparable: si a mediados de los 2000 había alguna economía con capacidad de crecimiento era la irlandesa, ¿no?, y bueno … Tampoco parece tener muy claro el Sr. de Guindos qué exporta España y quien lo exporta, y sobre el turismo, en fin, que se de una vuelta por Lloret, por Salou, por Benidorm, por demasiados puntos de la costa mediterránea española.
Lo peor de todo esto es que hemos llegado a un punto en el que lo importante es decir algo que contenga algún argumento a fin de que quienes tengan que oírlo se lo crean porque es conveniente creerse algo durante unas semanas a fin de que la baraja siga intacta y poder seguir jugando. España presentó en Mayo a la Comisión Europea un planing a cuatro años que fue aceptado: a-cep-ta-do, y mes y medio después ya nadie hablaba del mismo porque no se lo creía nadie.
Luego el Sr. Ministro de Economía del reino coronó su intervención diciendo que España necesita tiempo, un tiempo que puede comprar desapalancándose, un proceso que calificó de doloroso. Pues pienso que no: España no puede desapalancarse por la sencilla razón de que no puede pagar todo lo que debe ya que no crece debido a que fabrica bienes y elabora servicios de bajo valor ya que no es competitiva debido a que su productividad es patética y su oferta de trabajo excedentaria. El dolor ya está aquí, pero pienso que va a servir para muy poco.
(Me gustaría que el Sr. Ministro de Economía del reino leyese esto, pero los Sres. Ministros de Economía leen otras cosas).
* – Los inversores extranjeros se van de España porque ——————–, y en la línea de puntos cada cual escribe lo que cree oportuno. Pienso que la cosa es mucho más simple que la inmensa mayoría de razones que se están argumentando: los inversores extranjeros se van de España porque las inversiones en España ya no rinden lo que se esperaba que podían rendir y porque se ha llegado a la conclusión de que ya no se puede exprimir más a la vaca España debido a que se ha superado el punto a partir del cual el riesgo ya no compensa los posibles rendimientos a obtener. Si a eso añadimos que el planeta se halla en el epicentro de una crisis sistémica, a lo que se llega es a que la gente no está para inventos.
¡Claro que la confianza es fundamental!, pero la confianza siempre es esencial en positivo, nunca en negativo. Debido a que hay confianza en Alemania (de momento), por ejemplo, la inversión va a Alemania, y porque no se confía en España, la inversión se va de aquí. Se confiaba en Alemania, por lo que las cosas raras que hizo en el 2003 no se tuvieron en cuenta; en España se confiaba por conveniencia: por la rentabilidad que daba, no porque su economía jugase en ninguna Champions League; y cuando eso sucedía, cómo se administraba la vida económica en España y si hacían falta reformas estructurales, o no, a esa inversión le importaba un rábano: las cosas que ahora se denuncian como horribles ya sucedían cuando España iba bien, por ejemplo, la legislación laboral: con esa tan mala que ahora se está cambiando España llegó a un desempleo -irreal- del 7,8%, pero entonces España era objeto de negocio, por lo que ya estaban bien las cosas como estaban.
Pienso que la inversión nunca creyó que España fuese bien, le convino aceptarlo para que la rueda continuase girando, a la que las posibilidades de negocio se agotaron y se puso de manifiesto que España no podía pagar su fiesta, ‘Bye, Bye, Baby’.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull. La carta de la bolsa