Niño Becerra: Hacia el deterioro de nuestro estándar de vida
Y España hoy, ¿Adónde va? En su conjunto, en términos medios, y dejando a un lado zonas de actividad de alto valor añadido. Hacia un progresivo deterioro de esa cosa tan elástica denominada ‘estándar de vida’.
Hacia una situación en la que, independientemente de cuál sea la tasa de pobreza, la sensación de pobreza será creciente: hoy ya hay 1,2 M de automóviles detenidos en España; en la que el crecimiento se hallará muy limitado: el consumo de energía eléctrica ha caído en 7%; en el que los servicios públicos se reducirán y/o serán más caros: la calidad del pavimento de las carreteras española ya ha retrocedido a niveles de mediados de los 80.
Hacia un aumento de la economía sumergida: de la ‘economía informal’, de la ‘mexicanización de la economía’, donde las condiciones se verán agravadas por las condiciones que a España se le impondrán para que su banca sea rescatada.
Hacia un cuadro caracterizado por un reducido crecimiento debido a que las grandes vías de generación de PIB con las que España contaba: construcción, automóvil, … no tendrán sustituto; por un alto desempleo estructural a no ser que la población activa se reduzca y a la restante se le obligue a aceptar el trabajo que sea, en las condiciones que sean y pagado al precio que sea, y un subempleo elevadísimo debido a que el factor trabajo cada ve será más parcialmente necesario en períodos determinados de tiempo.
Hacia una situación de perpetuación de su deuda o de diseño de una quita selectiva que afecte a todas las deudas existentes.
En resumen
- España, prácticamente, ya no pinta nada en el contexto económico internacional porque ya no es fuente de negocio en casi nada, aunque su masa le ayudará ya que debido al volumen de su economía a nadie le interesa que España caiga.
- Claro que la contrapartida contable de lo anterior será el PIB: España tiende a hacerse más pequeña, es decir, más pobre porque dispondrá de menos cosas de las que disponer, por ejemplo, de menos modelo de protección social, y será menos rica ya que su renta media tenderá a decrecer pero aún así arrastrará un nivel de deuda significativo.
- De alguna manera para España será el “Blood, toil, tears, and sweat” de Winston Churchill pero sin las expectativas futuras que UK tenía en 1940 ya que la situación habitual de la ciudadanía hasta entonces había sido la pobreza.
Corolario
Me lo pasaron ayer: una oferta de trabajo: «Empresa dedicada a una actividad generadora de escaso valor en una ciudad española. 2.500 curriculums para 65 plazas a sueldo base, por trabajar lo que toque (sin horario) y a tiempo parcial: 300 euros/mes».
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Otra parte del “algo”: el relajo de las garantías que se exigen a los bancos para que se financien, equiparar al fondo de rescate a un banco para que pueda ir a pedir pasta al BCE, … Y habrá más. Y se sabía. Y era lógico: ¿a quién le interesa un cataplúm?, ¿a quien que un PIIGS suspenda pagos?. A nadie. Pasarán más cosas y nada se romperá, pero hasta que el tema de la deuda no se aborde, estaremos flotando en un limbo indefinido entre el ay y el huy tapando agujeros con parches muy débiles. Pero ni una molécula de ese “algo” será gratis, ni barata.
Añadido a las 07:53 h
¡Ojo!, que nadie se equivoque. Unas palabras del boss Draghi y la Bolsa y la prima de riesgo han cambiado de signo, pero no es más que un apaño, LAS medidas están por llegar: la quimioterapia, y sus efectos serán tremendos(como prácticamente todas las quimioterapias). La economía española sigue donde estaba antes de las palabras: con la estructura de PIB que tenía, debiendo la deuda total que debía, con el desempleo que lucía, con la dependencia del crédito de mostraba. Igual. Que nadie se equivoque.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull. La carta de La Bolsa