Niño Becerra: Entrevista a un Premio Nobel
Muy interesante la entrevista al profesor Paul Krugman que en su Pág. 19 publica El País del 3 de Julio: siempre, absolutamente siempre, hay que leer y oír lo que dice y escribe el Dr. Krugman.
A la pregunta ‘¿Qué probabilidad le otorga a la ruptura del euro?’, responde que el 40%. Yo pienso que la probabilidad era, es y será del 0% por dos motivos. Uno, porque a nadie le interesa que el euro se rompa debido a que el cataclismo que ello ocasionaría afectaría horriblemente a todo el mundo: cosas como ese cataclismo es la globalización, y, en consecuencia, absolutamente nadie gana nada con cataclismos así. Dos, porque la dinámica de la evolución histórica lleva a una creciente coordinación-de-todo y es más sencillo coordinar tres elementos -divisas, países- que veinte. Para consolidar el euro han de hacerse cosas, y se harán, y también ha llegado el momento para eso, por ejemplo para una supervisión única.
Más delante le preguntan al Premio Nobel: ‘¿Y aún ve la posibilidad de un corralito en España?’. Responde el profesor que “Eso se enmarcaría en una ruptura del euro. (…) Pero no es algo que vaya a pasar así como así”. Bueno, entiendo que según su razonamiento anterior la probabilidad de que se den en España limitaciones en la utilización de los depósitos bancarios a sus propietarios sería del 40%, ¿no?: esa es la probabilidad que, según él, tiene el euro de romperse y tal limitación en los depósitos el profesor la vincula a la ruptura del euro, luego … Pienso que una cosa no tiene nada que ver con la otra, más aún, sería posible -es muy posible-que se den en toda la UEM limitaciones en la utilización de los depósitos bancarios, tanto en forma como en cantidad, precisamente para defender al euro y dentro de esa estrategia de tender hacia una mayor coordinación.
Dice el Dr. Krugman que cree que el anterior Gobierno estaría haciendo cosas muy parecidas a las que está haciendo el actual en el caso de que estuviese gobernando. Estoy absolutamente de acuerdo. Los Gobiernos no hacen más que lo que es posible hacer en cada momento en función de una serie de variables que esos Gobiernos no controlan ni por asomo y sí controlan otros: ¿cómo va a hacer algo un Gobierno que moleste a Pimco o a MGM Investment?.
Y después apunta: “(…) España necesita (…) un cambio en la política macroeconómica europea, que el BCE compre bonos para reducir los tipos”. Y, ¿no necesita España una receta que le diga como resolver un problema irresoluble que España arrastra: una deuda que no puede pagar. Casi nadie habla de eso, y el Dr. Kugman tampoco. Que el BCE compre bonos a España es un parche que no resuelve ni el problema de la deuda que España arrastra, ni el otro problema del que España adolece: su economía no crece lo suficiente para pagar lo que debe y para seguir avanzando, y no crece lo suficiente porque no puede debido a su modelo productivo y a la dimensión y tipo de su población.
El Premio Nobel dice que habría que forzar un aumento de la inflación en Europa: hasta el 3% al menos, mejor hasta el 4%. Pregunta: ¿para seguir utilizando las mismas herramientas que han llevado a este modelo a su agotamiento?, unas herramientas que no son inútiles para salir de hoyo en que su uso nos metió. ¿Quién y como se financiaría esa mayor inflación teniendo en cuenta que la oferta de recursos es limitada y que la capacidad de endeudamiento se halla agotada.
A continuación: “(…) el destino de España es el destino del euro”. Pues pienso que no. Si la UEM menos enferma decidiese arrojar a alguno de los PIIGS a las tinieblas exteriores y construir una corona sanitaria que aislase al/a los arrojados, pienso que pasarían pocas cosas, siempre y cuando fuese una actuación planificada y no de hoy para mañana, claro. Pienso que se produciría un decrecimiento, pero ni mucho menos una explosión. Y para los expulsados, de forma coordinada y preparada, insisto, tampoco sería el fin de los días, aunque su estándar económico podría retroceder treinta años, y, vuelvo a insistir, siempre que el hecho se produjese de forma planificada. Recuérdese que ninguno de los PIIGS estaba en las quinielas previas a la creación del euro, y nadie dijo que ello fuese a suponer su desaparición sobre la faz de la Tierra. En cualquier caso vuelvo al principio: pienso que ni nadie se va a ir del euro ni a nadie van a echar del euro, fundamentalmente porque a nadie le interesa irse -el euro, como protección para la lluvia, es un muy buen paraguas- ni a nadie le interesa expulsar a nadie: una de los elementos defensivo del oso es su masa. Pero lo que sí le interesa a todos es que esos todos estén coordinados.
Más allá dice: “(…) a nadie le va bien, ni a los emergentes. Estados Unidos solo tiene mejor escenario por comparación con Europa. Mi tesis es que hay dos problemas estructurales que hay que atajar: uno es Europa, que tiene una moneda común, sin un Gobierno común; y otro, EE UU, donde uno de los dos principales partidos está literalmente loco. Y esa combinación hace que la recuperación sea muy difícil”.
Muy de acuerdo con lo que dice de ‘los emergentes’: dependencia exterior, desigualdad interna, economía de monoproducto, pobreza, economía informal, … Pero no de acuerdo en lo referente a USA. Por alguna razón el profesor Krugman casi nunca -por no decir nunca- pone sobre la mesa una característica de la economía USA: al generar el 25% del PIB del planeta e imprimir la moneda en la que cotizan las commodities, USA ejerce de juez y parte en el contexto mundial: es cierto que consume de todo lo que los demás fabrican, pero lo hace a crédito, y obliga a esos demás a que le financien ese consumo al pagarles con unos papeles que valen lo que valen mientras esos demás quieran mantener ese acuerdo tácito; que USA disponga de una tecnología militar apabullante también contribuye al asunto.
USA ha sido y es lo que el resto del mundo le ha permitido ser porque ese resto del mundo se ha estado beneficiando de que lo fuese, pero ese esquema de funcionamiento tiene fecha de caducidad: el agotamiento de la capacidad de endeudamiento USA, lo que acarrea el fin de las expectativas que USA representa. USA no es ejemplo para nadie porque lo que USA hace sólo lo puede hacer USA porque, al margen de que es suicida en términos de sostenibilidad: consume de todo y no repone casi nada de nada, lo hace porque haciéndolo ha posibilitado que el PIB del planeta, contabilizado como se contabilizaba, creciese. Hoy hay bastantes gigantes grandes y pequeños con pies de barro, y USA es uno de ellos, independientemente de que uno de los principales partidos políticos USA esté loco como manifiesta el Dr. Krugman.
Y también dice que hay muchas semejanzas con la época de la Depresión. Si: desde el 2003: los Felices Veinte; el crash: a mediados del 2010: cuando se vio que continuar gastando no servía más que para mantener un artificio (no USA: USA tenía que seguir gastando a fin de que el resto del mundo continuase produciendo algo); la Administración Hoover: el hoy presente. Pero existen tres diferencias fundamentales: hoy, a diferencia de entonces, existe un modelo de protección social más o menos extendido; entonces, a diferencia de ahora, se suponía que la cantidad de recursos era ilimitada; hoy a diferencia de entonces, no existe una idea bonita a la vista que sea fácil de vender. Pagar a gente para que entierre botellas llenas de billetes y pagar a otra gente para que las encuentre, es una idea atrayente; hablar de productividad, de minimalismo, de eficiencia y de desempleo estructural, no lo es. O sea, que sí: estructuralmente se parecen mucho, pero diferencias, haberlas las hay.
Lo de Barclays, ¿por qué ha salido a la luz ahora?. ¡Y con rumores de que el BoE está implicado en el asunto. Un clavo más en el ataúd de la confianza en el sistema bancario. Justo cuando se ha acordado que el BCE será en supersupervisor de la banca europea. ¿Qué será lo próximo?.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.