Niño-Becerra: Diagnósticos y remedios
EL País, en la última Pág. del ejemplar del pasado día 21 de Diciembre, publico una entrevista al Dr. Rafael Pampillon. Imprescindible.
“Lo más grave del salto demográfico y ocupacional que hemos dado en los últimos años es que se ha basado en sectores sin futuro (…)”.
Si se buscaba un crecimiento rápido, general, muy elevado, independientemente de las consecuencias que ello tuviese, España tenía que utilizar lo que tenía: dinero barato procedente de los excedentes de liquidez del mundo mundial (fundamentalmente europeo) empleado en un sector de crecimiento intenso: la construcción: en los últimos sesenta y cinco años, cada boom que ha ocurrido en la economía española ha estado vinculado al ladrillo. Y, a mayor abundamiento, del turismo (mayoritariamente de bajo poder adquisitivo), y del automóvil (fundamentalmente orientado a la exportación y sin ningún centro de decisión en España).
España utilizó esos sectores porque no tenía otros, y trajo a toda la inmigración que trajo porque precisaba bajos costes. Y España creció. Y sí: a partir de sectores sin futuro y creando los gérmenes de un enorme excedente de población activa.
“(…)ahora hay que elegir, como Estado y como empresa, entre quebrar o recortar”.
Elegir … pienso que muy poco. Para elegir hay que tener capacidad para hacerlo, y el mismo Sr. Presidente del Gobierno manifestó que España había perdido su capacidad de elegir; además, para poder elegir hay que disponer de recursos, y deber muy poco, o que todo el mundo, sobre toso los acreedores, tenga muy claro que lo que se debe se va a poder pagar.
‘Quebrar o recortar’: España no va a crecer porque no puede crecer; luego para cumplir lo firmado y conseguir mantener algo de la confianza que se tiene en España la única vía es recortar, es decir, empobrecer aún más a una población que lleva años perdiendo poder adquisitivo, o eso, o la quiebra. (Insisto: ¿se han dado cuenta de que ningún político y ningún experto hablan de crecimiento?)
“En España la única salida para digerir a tantos desempleados es la emigración (…)
Tiene toda la lógica del mundo, lo malo es que ni estamos en 1860 ni en 1955. La única salida es reducir la población activa desempleada (española e inmigrante), y es la emigración la vía natural para ello. Pero ya no existen ‘territorios de ultramar’ a los que puedan ir esos excedentes de factor trabajo, entre otras razones porque hoy en ninguna parte se precisan masas de población trabajadora. Tan sólo las/los megacracks o las/los muy buenos tendrán esa salida, lo que, en el fondo será negativo para España porque tal emigración la descapitalizará en términos de capital humano.
Entonces, ¿qué?. Estoy de acuerdo con previsiones y estudios que apuntan a niveles de desempleo estructural elevadísimos en España, de entre el 14% y el 16%, con puntas del 12% y el 18%. Estructural, es decir, inabsorbible. Unas horas de trabajo que no serán utilizadas porque no serán necesarias.
“Habrá contestación en la calle antes de que la economía empiece a salir del túnel, en 2014”
Pienso que algún signo de recuperación empezará a verse a mediados del 2014, sí, pero tenue, muy liviano y absolutamente insuficiente para crear ocupación neta: para eso España precisa crecer cómo mínimo a tasas del 2%. ¿Contestación en la calle?, si, pero, continúo pensando, muy light, fundamentalmente por dos razones: porque la represión, el uso de violencia represora, va a ser tremenda a fin de inculcar en la población miedo a protestar (sin prohibir la protesta, evidentemente: nos hallamos en una democracia democrática), y porque algo de protección social siempre quedará de tal modo que exista miedo por parte de la población a perder tal soporte por mínimo que sea en el caso de que se porte mal.
“Rajoy tendrá que impulsar políticas expansivas si no quiere que peligre su reelección”. Pura teoría económica”
¿Con qué, cómo se pagarán y financiarán?. Pienso que en lo último que ahora está pensando el Sr. Rajoy es en su reelección, entre otras razones porque para las próximas elecciones falta una eternidad eterna. Los Gobiernos en general y el español en particular se han convertido en meros ejecutores de lo que se decide en los núcleos de poder, que no es más que aquello que sea lo conveniente; y con la Solución Monti ya, ni eso. Pienso que no habrá políticas expansivas porque, sigo pensando, los tiros no van por el lado de ‘la expansión’ sino por el de la selectividad de las zonas necesarias y sostenibles.
En otro orden de cosas (aunque en realidad es el mismo orden) me preguntan si creo que lo hecho, que lo vivido, que las decisiones tomadas entre el 2000 y el 2007, si aquel boom, valió la pena. Respondo que fue algo inevitable porque fue consecuencia de la evolución de la dinámica histórica.
Personalmente pienso que cinco años de desenfreno no compensan quince años de escasez; pero mirando con más perspectiva, aquel desenfreno era el único modo para dar el saldo al nuevo modelo y que la consecuente crisis ha sido el camino para constatar la escasez en la que, en realidad, hasta ahora siempre hemos estado inmersos. Fue necesario que otros, como Mr. Rockefeller, a finales del S. XIX, pusieran en marcha trusts para que se legislara para favorecer la competencia: entonces tocaba eso (aunque ahora se esté viendo que esa competencia puede conducir al despilfarro). Son cosas que pasan.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.– La carta de la bolsa