Le comenté a una amiga que sabía había estado en el Berlín Oriental retazos de mi viaje. Estuvo ‘al otro lado’ en 1987, y entró por el Checkpoint Charlie.
Para cruzar, al margen de un análisis exhaustivo del pasaporte y de recorrer andando una distancia por tierra de nadie, era obligatorio cambiar una cantidad de dinero por marcos de la DDR, marcos que no tenían ningún valor en la parte occidental y con los que, por ejemplo, podías tomarte un café y degustar un pastel en la terraza de un café de la Alexander Platz sentado en una mesa vestida con mantel de tela y servilletas, también de tela, perfectamente planchada.
Lo anterior venía a cuento por……….Sigue >>>>>>>>>>>
Saludos y felices inversiones.