Segura: «Retiraría la prohibición de ‘cortos’ si hay estabilidad»

La prohibición de posiciones cortas en la bolsa española expira el próximo 24 de octubre. En ese momento, Julio Segura ya no estará a la cabeza de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ya que su mandato finaliza el próximo 6 de octubre.

Pero aunque esta vez será su sucesor el encargado de tomar una decisión, el todavía presidente del organismo aseguró que «sería partidario de levantar la prohibición si las condiciones son estables», aunque mirando de cerca lo que haga Italia -que hoy decide si retira la medida-.

La CNMV reanudó el veto a las operaciones bajistas -las que se dan cuando un inversor toma prestados títulos para venderlos y recomprarlos a precios más bajos con la expectativa de que caigan en bolsa para intentar ganar con la diferencia- el pasado julio, en esta ocasión para toda la bolsa española, después de mantenerlo durante seis meses para los valores financieros. Pero si hay algún efecto positivo, el propio Segura reconoció que se limita al corto plazo. Según sus análisis realizados, la medida tiene «inicialmente» dos efectos positivos claros: «reduce la volatilidad y frena la caída en la cotización e incluso ayuda a que se recupere», explicó.

Sin embargo, también habló de las consecuencias a más largo plazo, que al final «empobrecen» al mercado, señalando a la reducción de la liquidez. Y dejó claro que su postura no es ir contra los bajistas. No hay que «satanizar las ventas en corto», dijo literalmente. «No es el único instrumento para presionar a la baja las cotizaciones y si se prohibieran todos se inventarían otros», añadió. Segura defendió, además, que la prohibición de posiciones bajistas se aprueba únicamente en casos de «extrema volatilidad, que puede terminar afectando a la estabilidad financiera».

La opinión de las compañías

Segura reveló que entre el inicio de la primera prohición y hasta la aprobación de esta última han recibido «todo tipo de peticiones» de las empresas del Ibex 35, a favor y en contra del veto. «Había empresas del sector no financiero que consideraban que había asimetrías. Algo de razón tenían», comentó.