Siempre que se acerca el verano al calendario, empieza la zozobra: teniendo en cuenta lo movidos que han sido los últimos veranos para los mercados, los inversores cada vez tienen más en cuenta el viejo aforismo “vende en mayo y sal corriendo”.Jeff Hochman, director de análisis técnico de Fidelity Worldwide Investment, considera que, aunque este verano no se verá tanta incertidumbre como en anteriores ocasiones, sí “se están acumulando suficientes señales de debilidad interna como para sugerir que habrá una corrección durante los próximos meses”.
El experto se apoya en el comportamiento del índice compuesto del ciclo, que sugiere una fase de debilidad ahora, seguida de una tendencia alcista continuada después. “Sería, pues, una desaceleración cíclica antes que estructural, seguida de un lento movimiento al alza”, resume.Sin embargo, el experto entiende que ni el mercado ni los indicadores técnicos están descontando esta posibilidad. “La buena noticia es que dicha desaceleración inminente probablemente sea temporal, los mercados deberían al menos recuperar el terreno perdido y tal vez cerrar el año en niveles superiores”, añade. Estos pronósticos le llevan a afirmar que “una corrección provocada por una desaceleración cíclica sería una buena oportunidad de compra”, un mensaje que Fidelity lleva unos meses repitiendo a sus clientes.
¿Qué factores pueden causar dicha corrección?
Hochman indaga en las posibles explicaciones para una corrección.La primera, que el crecimiento de los beneficios por acción (BPA) sigue sin cumplir las expectativas creadas por la revisión al alza de las valoraciones en los mercados durante los últimos dos años. Al contrario, se están produciendo infinidad de revisiones a la baja de los beneficios, “lo que sugiere que el crecimiento podría no ser tan sólido como se preveía o que simplemente es demasiado pronto”. Lo que sí puede constatar es que las valoraciones históricas basadas en los PER históricos son ligeramente altas, mientras que los PER previstos han regresado a sus medias a largo plazo.
La segunda explicación viene de la mano de la volatilidad, o más bien la ausencia de ésta dados los bajos niveles actuales, comparables con los que se registraron en 2007. La historia indica que se han registrado periodos de baja volatilidad con una duración media entre cinco y siete años.El tercer factor es la menor amplitud de mercado. El experto de Fidelity recuerda que, “aunque el sentimiento de mercado ayuda a definir un mercado alcista, la definición real de un mercado alcista es cuando el número de acciones que se revalorizan es superior al número de acciones que se deprecian”. La relación avances-descensos está alcanzando nuevos máximos históricos en EE.UU., Europa, Reino Unido y Japón.
El último punto sobre el que Jeff Hochman llama la atención es sobre el conjunto de pequeñas capitalizadas estadounidenses. Considera que, aunque no se trate de una correlación inevitable, “el deterioro en la evolución de las acciones de pequeña capitalización puede ser un precursor de un mal comportamiento del conjunto del mercado, como ocurrió en 2011”, lo que le plantea la pregunta de si podría repetirse un mercado tan desastroso como el de aquel año.capitalbolsa