Vender en mayo? Valores españoles NÓ
Como cada año, el inicio del mes de mayo reaviva la tentación de deshacer posiciones en la renta variable, y más aún cuando los inversores vienen de acumular suculentos beneficios en trimestres anteriores, como sucede en la actualidad.
Una de las pautas más clásicas en los mercados financieros invita a vender en mayo. Las estadísticas avalan, al menos parcialmente, el ‘sell in may and go away’. Desde la creación del índice Dow Jones, hace ya más de un siglo, en 1896, las subidas medias se han limitado al 2% entre mayo y octubre, muy por debajo del 5,4% logrado en el periodo ‘invernal’, entre noviembre y abril.
Tomando como referencia un periodo algo menos remoto, a partir del año 1950, las estadísticas respaldan en mayor medida la teoría del freno de las Bolsas antes del inicio del verano. Entre mayo y octubre las subidas del Dow Jones se han limitado al 0,3% de media, un signo prácticamente plano que contrasta con la revalorización del 7,5% lograda en los meses más invernales.
Las estadísticas reflejan una eficacia mucho más reducida de esta teoría en el caso de la Bolsa española, sobre todo si se analiza desde el estallido de la crisis financiera, en 2007.
En los últimos 14 semestres, tomando como referencia el mes de mayo, el Ibex ha sumado nueve subidas y cinco caídas. Al contrario de la recomendación que aflora del ‘sell in may and go away’, los periodos estivales han tenido un balance más favorable, con cinco subidas y sólo dos bajadas, frente a las cuatro subidas y las tres caídas contabilizadas en los meses invernales.
Pero esta ‘anomalía’ estadística va más allá. Desde 2007, las cuatro ocasiones en las que el Ibex ha sumado más de un 10% de subida en uno de estos periodos ha sido en los meses de verano. De mayo a octubre de 2013 el índice selectivo español logró una revalorización del 17%; del 15% en los mismos meses de 2009; del 12% en el periodo más estival de 2012, y del 10% entre mayo y octubre de 2007.
Detrás del clásico ‘sell in may and go away’ subyace la menor actividad de los mercados en los meses de verano y el descenso de los flujos inversores durante el periodo estival, coincidiendo con el principal periodo de vacaciones. Pero en medio de turbulencias como las sufridas a raíz del estallido de la crisis financiera, la menor actividad en los mercados favorece una mayor volatilidad y, en periodos alcistas, puede acelerar las subidas. Expansión
Saludos y felices inversiones.
LONE___
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