¿Es sostenible el alza de las bolsas?
La primavera ha llegado con una venganza para los inversores en bolsa. En los últimos días hemos visto como el índice alemán DAX tocaba niveles históricos, el índice general MSCI World en su cierre más alto desde la crisis de 2008 y el Dow Jones superando por primera vez la marca de los 15.000 puntos.
Pero, ¿qué hay detrás de este optimismo? y una pregunta más importante aún ¿es el preludio de una recuperación económica o un signo de irracionalidad? ¿Están los mercados, como algunos sugieren, divorciados de la realidad económica?
David Smith, editor de economía del Sunday Times, intenta responder a estas preguntas.
«Y es que es difícil cuadrar un mercado de acciones alemán en máximos históricos, con la crisis de la eurozona y una previsión de crecimiento muy débil en los próximos trimestres.
Las subidas en los mercados de acciones coinciden con las evidencias de una ralentización del crecimiento mundial, en parte debido a los problemas de la zona euro. El índice PMI Mundial de JP Morgan cayó en abril desde 53 a 51,9 en abril, lo que indica que, si bien habrá algo de mejora, será en el menor grado desde octubre del año pasado.
Es justo decir, que algunas noticias sobre la economía, son coherentes con el optimismo del mercado; por ejemplo la mejora de los datos de empleo en Estados Unidos y la producción industrial y pedidos en Alemania.
Ian Harwood, economista de Redburn Partners, señala que no hay nada en el PMI global que sugiera que el crecimiento mundial de la economía se esté tambaleando, y ve indicios que sugieren una recuperación del comercio mundial, que se había estancado.
Sin embargo, la recuperación del mercado de valores no refleja, repito, las noticias de una mejoría económica, aunque eso no significa que sean irrelevantes.
Los mercados de acciones están reflejando el hecho de que los riesgos parecen haber disminuido.
Aunque la zona del euro sigue en problemas, el temor de un colapso inminente ha disminuido. Los bancos no están fuera de peligro, pero avanzan poco a poco a algo que se asemeja a la normalidad. Los inversores han pasado de un comportamiento «huida del riesgo» al «apetito por el riesgo».
Los mercados de valores también se benefician, de lo que parece ser una situación de win-win, al menos por el momento. Los precios de las acciones suben cuando las noticias económicas son buenas, porque eso significa que las empresas deberán ganar más dinero. Pero también pueden subir cuando las noticias no son tan buenas, porque eso aumenta la probabilidad de que los bancos centrales participen en nuevas compras de activos (la famosa flexibilización cuantitativa: QE) impulsado a los mercados de acciones a través de esa vía.
Johannes Jooste de Merrill Lynch Wealth Management señala que, incluso cuando los datos económicos han decepcionado, como algunas cifras recientes en Estados Unidos y China, la continua política monetaria apoya a los mercados mundiales de renta variable.
El Banco de Inglaterra mantuvo su política el pasado jueves, pero otros bancos centrales están participando en programas no convencionales en forma de compra de activos, incluyendo la Reserva Federal de Estados Unidos, 85 mil millones de dólares cada mes, y el Banco de Japón, con un mensual de 79 mil millones.
El Banco Central Europeo, que redujo su tipo de interés de referencia a principios de este mes, está contemplando la compra de bonos de titulización constituidos por préstamos a pequeñas empresas.
Por otra parte, este mes hemos sido testigos de una serie de recortes de tasas de interés de los bancos centrales en la India, Polonia, Dinamarca, Corea, Vietnam y Australia, entre otros.
Los bancos centrales consideran la subida de los mercados de acciones como algo bueno. Es una manera en la que su política se transmite a la actividad económica real. Unos mercados al alza elevan la riqueza, aumentan la confianza de las empresas y facilitan que las empresas – las más grandes por lo menos – financien su expansión.
El aumento de los precios de las acciones no siempre indican que se avecinan mejores tiempos, pero son mejor que la alternativa. En Japón, muchos analistas creen que la subida del Nikkei de más del 60% desde agosto del año pasado sugiere que la política del primer ministro Shinzo Abe está funcionando.
Pero, ¿cuándo la subida de las acciones, dado que gran parte de ella se debe a los bancos centrales, se convierte en peligrosa? ¿Cuándo se convierte en una burbuja cuyo estallido sería muy perjudicial?
Los riesgos están ahí, y están presentes en el hecho de que los mercados han subido mucho más que la actividad de la actividad económica real. Los mercados impulsados principalmente por la política monetaria son, por su naturaleza, no sostenibles.
Cualquier signo que indique que los bancos centrales están listos para iniciar una política de endurecimiento, elevando las tasas o vender algunos de los activos que han adquirido, provocaría una caída de las acciones.
Eso no siempre es una relación directa: los bancos centrales sólo comenzarán a tensar la cuerda cuando piensen que la economía ya ha pasado lo peor, pero los mercados no siempre son lógicos. El peligro es que los bancos centrales quedan atrapados por los mercados y mantengan el pie en el acelerador monetario demasiado tiempo.» Carlos Montero – Lacartadelabolsa