Al cierre

La bolsa española ha terminado con un descenso del 0,76% para su principal indicador, el Ibex 35, que mañana saldrá desde los 8.358 untos. A primera hora de la mañana, el optimismo era tan elevado que el selectivo se quedó a unos pocos puntos de tocar los 8.500. Pero no ha podido rebasar esta resistencia. Ha habido sin embargo otro soporte mayor de mercado que ha influido poderosamente en el signo de la jornada. El bono a diez años. A última hora de la tarde parecía perforar a la baja el 5% de rentabilidad. E igualmente todo se ha quedado en un proyecto. Habrá más batallas para el mercado.

El fuerte rebote inducido ayer por los máximos históricos del Dow Jones se ha mantenido vivo casi todo el día, hasta que los inversores aceptaron que es muy complicado perder de vista el 5% en el bono a diez años. Entonces, las caídas llegaron solas, aún cuando Wall Street aguantaba con ligeros avances al cierre de las plazas europeas. Los daños colaterales no son de gran calado, porque al fin y al cabo el bono no está en niveles críticos. Pero el mercado se queda con un regusto ligeramente amargo.

Todo hace que «se debe a tomas de beneficios, o más bien cierre de posiciones de operadores que no se fían mucho de que todos los días sea domingo, y más con el dato del empleo de EEUU del viernes», apuntan los analistas de Serenity Markets. Además, recalcan los expertos, «el Ibex se encuentra con el problema de que la rentabilidad del bono a 10 no consigue bajar del 5%, y si no lo hace hasta aquí hemos llegado, ya que la correlación sigue siendo total entre ambos».

La sesión ha sido muy tranquila hasta que la recta final, aunque desde las tres de la tarde las bolsas europeas ya se alejaban de máximos. Un poco antes salió en Estados Unidos un buen dato de empleo. Según la ADP, se crearon 198.000 puestos de trabajo frente a una previsión de los analistas de 170.000 empleos. Más tarde, los pedidos a fábrica descendieron un 2%, una cifra incluso mejor que el 2,25 de caída prevista. Pero ni con esas han podido las bolsas.

Dentro del Ibex, los grandes valores pincharon en la recta final, en especial Santander, que se deja un 1,45% tras proponer hoy al mercado un canje de deuda por más de 9.000 millones de euros. Claro que tampoco ha sido un día brillante para Repsol, Iberdrola o BBVA. En todo caso, el mayor castigo es para Sacyr, que paga la salida de su capital de uno de los históricos, Juan Abelló, cuya participación fue colocada ayer tarde con un descuento en torno al 4%.

En el mercado de divisas, la mala noticia es que el euro estaba a punto de perder los 1,30 dólares al cierre de las plazas europeas. En el resto de bolsas del Viejo Continente, solo el Dax mantiene el tipo con avances ligeramente superiores al medio punto porcentual. El resto de selectivos de referencia, Ftse y Cac, cierran con muy poco fuelle. En el mercado continuo, la nota de color la ha puesto Pescanova, que ha terminado con una subida del 29% tras el castigo recibido en los últimos días.