Al cierre

Mientras la incertidumbre acecha con mayor o menor intensidad a las bolsas de todo el mundo, el Ibex 35 ha logrado terminar la sesión sobre los 8.246 puntos, gracias a la fuerte revalorización vivida por Repsol y Telefónica.

La primera ha subido un 2,97%, tras anunciar la venta de un 5% de su autocartera al fondo singapurense Temasek. La segunda se ha revalorizado un 2,49% después de que el banco Espirito Santo haya elevado su recomendación desde vender a neutral y haya subido el precio objetivo de 8,6 a 9,5 euros.

A estos ‘pesos pesados’ les han seguido Sacyr, que ha ganado un 1,88%, Iberdrola, con una subida del 1,87%, y Grifols, que se ha apuntado un 1,27%. Por contra, Indra (-3,32%), ArcelorMittal (-3,30%) y DIA (-1,76%) han sido las que mayores caídas han registrado en su cotización.

Además, el sector bancario también ha vivido una jornada tranquila, a excepción de Banco Sabadell, que ha cedido un 0,6%, con Banco Popular ganando un 1,06%, Caixabank, un 0,53%, Santander, un 0,4%, y BBVA, un 0,23%.

El tirón de las ‘blue chips’ y la tranquilidad en el sector bancario se ha unido al buen comportamiento que está registrando la prima de riesgo, que ha estrechando su distancia con la prima italiana hasta dejarlo en una veintena de puntos. Al cierre se situaba en 368 puntos, con el interés del bono soberano a diez años en el 5,1%.

Así las cosas, el Ibex ha permanecido ajeno al mal dato de paro en España y a las malas noticias provenientes de China, donde el PMI indica la menor expansión económica desde septiembre pasado.

Asimismo, no parece que en el parqué español hayan afectado con especial incidencia los recortes del gasto relacionados con el secuestro fiscal en Estados Unidos, pese a que los legisladores estadounidenses ya han advertido de que los recortes proseguirán durante algunas semanas, antes de que se pueda alcanzar un acuerdo, lo que ha hecho temer por los efectos sobre el crecimiento económico del país y el desempleo.

Tampoco desde Italia han llegado hoy buenas noticias, pues cada vez parece más descartado un acuerdo entre Bersani y Berlusconi, lo que obligará al país a celebrar elecciones anticipadas. Allí, la Bolsa de Milán perdía un 0,85 % al cierre.

En el mercado de divisas, el euro daba un respiro a las voces preocupadas por la competitividad de las exportaciones, al caer hasta 1,300 billetes verdes.