En el cuarto trimestre del ejercicio, la compañía siderúrgica registró pérdidas de 3.987 millones de dólares (2.975 millones de euros), casi cuatro veces más que los ‘números rojos’ de 1.000 millones de dólares (746 millones de euros) del mismo periodo de 2011, mientras su facturación disminuyó un 14%, hasta 19.309 millones de dólares (14.410 millones de euros.
En el conjunto del año, los números rojos fueron de 3.726 millones de dólares (2.780 millones de euros) en 2012, frente al beneficio de 2.263 millones de dólares del año anterior, tras asumir cargas excepcionales de 5.600 millones por la depreciación de activos ante la debilidad de la actividad económica en Europa.