roubiniEl reputado e influyente profesor de la Universidad de Nueva York Nouriel Roubini señala en su último artículo una percepción que todo el mundo piensa pero que muy pocos hacen caso: el exceso de liquidez y las políticas de tasas de interés cercanas a cero, han provocado mercados financieros «espumosos», que eventualmente podrían derivar en burbujas más grandes.

Roubini comenta que nos encontramos en una etapa donde el débil crecimiento del PIB y el elevado desempleo continúan afectando a las economías más avanzadas, mientras que los bancos centrales han recurrido cada vez más a políticas monetarias no convencionales.

Esto ha dado lugar a una verdadera sopa de letras: PTIC (política de tasa de interés cero); FC (flexibilización cuantitativa, o compras de bonos gubernamentales para reducir las tasas de largo plazo cuando las tasas de referencia de corto plazo son cero); FCr (flexibilización del crédito, o compras de activos privados orientadas a reducir el costo del capital para el sector privado); y OBPF (orientación basada en promesas sobre el futuro, o el compromiso de mantener la FC o la PTIC hasta, por ejemplo, que la tasa de desempleo alcance un cierto objetivo). Algunos incluso llegaron a proponer una PTIN (política de tasa de interés negativa).

La idea no era mala pero el aumento de la oferta monetaria posterior a la FC no condujo a la creación de crédito para financiar el consumo privado o la inversión. En lugar de ello, los bancos han acumulado el aumento de la base monetaria en forma de reservas excedentes ociosas. Hay una restricción crediticia, ya que los bancos con capital insuficiente no desean prestar a acreedores riesgosos y el lento crecimiento, junto con los elevados niveles de endeudamiento de los hogares, también ha deprimido la demanda de crédito.

La amplia liquidez y unas tasas de interés cercanas a cero han provocado «arbitrajes de tasas de interés entre divisas» –inversiones financiadas con deuda en activos riesgosos con mayores rendimientos, como bonos gubernamentales y privados de más largo plazo, acciones, productos básicos y monedas de países con tasas de interés elevadas. Esto podría acabar en una burbuja de activos.

El mercado de acciones estadounidense ha subido más del 100% para tocar máximos históricos. Varios mercados europeos están en máximos multimensuales. Las emisiones de bonos basura alcanzan niveles de 2007 y los tipos no paran de caer. Hay incipientes signos de burbujas inmobiliarias en países como Suiza, Suecia, Noruega, Alemania, Francia, Hong Kong, Singapur, Brasil, China, Australia, Nueva Zelanda y Canadá.

¿Nos enfrentamos entonces ante un nuevo ciclo alcista y después recesión financiera?

Hay versiones contrapuestas, señala Roubini.

Por un lado tenemos a Janet Yellen (próxima presidenta de la Reserva Federal de EE.UU.) sostiene que no debemos preocuparnos demasiado.

Pero hay algunas voces que no son tan optimistas. Jeremy Stein, gobernador de la Fed sostiene que las políticas macropru para controlar el crédito y el apalancamiento tal vez no funcionen.

Los bancos centrales se enfrentan a un dilema.

Si los responsables de las políticas se toman con calma la subida de las tasas para acelerar la recuperación económica, se arriesgan a causar una burbuja de activos de pesadilla, que podría conducir a una depresión, a otra crisis financiera masiva y a una rápida caída hacia la recesión. Pero si intentan pinchar las burbujas en forma temprana con tasas de interés más elevadas, harán caer a los mercados de bonos y destruirán la posibilidad de recuperación, generando muchos perjuicios económicos y financieros. Entonces, a menos que el enfoque macroprudencial funcione según lo planeado, los responsables de las políticas están condenados tanto si actúan como si no lo hacen.

Por ahora, con el continuo aumento de los precios de los activos, es posible que muchas economías hayan tomado ya toda la sopa que pueden digerir.Lacartadelabolsa