-En la nueva reforma fiscal que será de aplicación a partir del año que viene, los fondos de inversión seguirán manteniendo la exención fiscal en caso de traspaso de participaciones de un fondo a otro.

Por otra parte, los inversores en acciones perderán la exención por los primeros 1.500 euros de dividendos. Eso eliminará la diferencia que existía entre las acciones y los fondos que distribuyen dividendos (que no se benefician de esta ventaja fiscal).

En cuanto a los planes de pensiones, los partícipes verán limitadas sus aportaciones a 8.000 euros anuales (frente a 10.000 euros actualmente o 12.500 para los mayores de 50 años y con un determinado porcentaje límite sobre la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas). Ese menor atractivo de los planes para aquellos que quieran ahorrar más de esa cantidad para su jubilación beneficia a los fondos de inversión.

Por último, en el momento de la venta de participaciones de fondos de inversión, el inversor pagará menos impuestos (aunque esta rebaja fiscal no sólo afecta a los fondos de inversión). En el futuro las plusvalías tendrán, en efecto, una tributación más favorable que en la actualidad.

Las ganancias de hasta 6.000 euros (que tributan ahora al 21%) tributarán al 20% el año que viene.
Las ganancias de entre 6.000 y 24.000 euros (que tributan ahora al 25%) tributarán al 22% el año que viene.
Las ganancias de entre 24.000 y 50.000 euros (que tributan ahora al 27%) tributarán al 22% el año que viene.
Las ganancias de más de 50.000 euros (que tributan ahora al 27%) tributarán al 24% el año que viene.

Además, desaparece la distinción entre ganancias generadas en menos de un año y ganancias de más de un año. Fuente Morningstar