Hay frases, y frases. Frases que son dichas sin pensar, otras que pasan sin pena ni gloria, y otras que permanecen, sino por los siglos de los siglos, sí durante décadas.

«Si no se mueve a la velocidad del mercado Ud. ya está muerto. Sólo le falta dejar de respirar». La cita es de Jack Welch, ya saben, el que fue patrón de General Electric.

Es una frase rotunda, redonda, que invita a reflexionar. Veamos. Empecemos más atrás: de la frase lo verdaderamente importante es el mercado que es quien fija una velocidad, en consecuencia, ¿quienes hacen el mercado?.

El mercado es algo muy tangible aunque sea inmaterial, luego ha de construirse, ha de fabricarse, y de esa fabricación se encargan Los Hacedores del Mercado, los H de M.

Los H de M crean necesidades que traducen en  tendencias, de moda, de opinión, de postura; y esas necesidades van cambiando por lo que también lo hacen las tendencias; y de esos cambios surgen los negocios y sus oportunidades.

Y van muy rápido: los H. de M. se mueven muy deprisa y cambian, y remueven, y dejan obsoletos objetos que ayer fueron símbolos; objetos que pueden ser muy costosos o de precio muy reducido, pero que serán deseados y adquiridos y, posteriormente, desechados.

Entonces, quienes se hallen conectados con los H de M, quienes estén en su contacto, se hallarán en disposición de poder seguir su ritmo y de hacer negocios buenos porque podrán estar en el mercado.

Pero únicamente podrán quienes se muevan a la velocidad que los H de M impriman, al mercado naturalmente.

Por ello está muerto quien no se mueva a la velocidad del mercado. Ser un H de M es casi imposible, seguir su ritmo es factible.

Eso fue cierto ayer. Ayer: con el viejo modelo. ¿Lo seguirá siendo mañana con el nuevo?.

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull. La carta de la bolsa