Anteayer estuvo en España el presidente del BCE. Habló con diversas personas y habló en el Parlamento, sin luz, sin taquígrafos, sin micrófonos y, según parece, con inhibidores de señales usadas por elementos TIC. ¿Qué dijo (al menos en parte) Mr. Draghi en su visita a España? (Todas las citas que vienen a continuación están tomadas de la información publicada por El País del 13.02.2013 en su Pág. 21).

“Es importante que haya un plan fiscal a medio plazo, con información detallada con los recortes en de gasto y los potenciales aumentos de impuestos. Es algo esencial para todos los países”. Es decir, que las cosas estén claras, sean y queden reconocidas, se escriture un compromiso, y que tal compromiso sea aceptado. Y por si alguna duda quedaba, volvió a recordar que los rescates no se dan, se piden, y luego ya se verá. (Por cierto, ¿se han dado cuenta de que del rescate de Chipre no ha vuelto a hablar ni el Tato?; pero sigue su marcha, sigue su marcha).

“(Los ciudadanos) no deberían sentir que han sido abandonados a su suerte”. Vale, no deberían sentirlo, pero, ¿lo están siendo, o no?. La realidad pura y dura es que todo el mundo debe la tira, pero los países más pobres no sólo no pueden pagar lo que deben sino que no tienen casi nada para dar a cambio. España es alabada porque exporta (de todos modos, analicen quienes exportan qué en España) y eso significa ingresos. ¿Recuerdan cómo eran los planes de pago de deuda de los países latinoamericanos en los 80?; exactamente: tenían que destinar una parte (enorme) de sus ingresos por exportaciones al pago de la deuda. ¡Claro que es bueno que España exporte mucho! Pero, partiendo de la base de que el consumo interno está hundido y así va a seguir, porque cuanto más exporte España más pasta tendrá para destinar al pago de intereses de su deuda.

Y ojo. España está muy mal, pero “ningún país europeo ha terminado su trabajo”. En todas partes existen excesos de capacidad, enormes, monstruosos. Excesos de capacidad de una oferta creada a la luz de unas expectativas de demanda que se han ido, tras ser alimentadas con unos volúmenes de créditos que no volverán. Y excesos de capacidad de una demanda nacida y crecida a base de unos volúmenes de endeudamiento que parecían no tener fin. De eso hay en todas partes -aquí, en comparación, más-, y va a tener que ser liquidado.

Y por si alguna duda quedaba: “Pese a estas señales de mejora, el ajuste aún no está produciendo un efecto visible en la vida diaria de las personas. Por ello, la frustración de algunos sectores de la población es comprensible”. Los sinsabores no se han acabado: vendrán más. Y la pregunta: no se están produciendo pero, ¿llegarán a producirse?. Pienso que no: ¿es necesario que se produzcan teniendo en cuenta que el objetivo ya no es ir-a-más.

Y la puntilla: “Hoy los bancos españoles están bien capitalizados y en posición de prestar”. Entonces, si no lo hacen es porque … ¿los prestatarios no tienen credibilidad ni fiabilidad para ser merecedores de un préstamo?. Es fortísimo, ¿no?.

Pienso que el presidente del BCE vino a explicar lo que va suceder a partir de ahora, lo que está bien; lo que está muy mal es que tales explicaciones se escamoteen a la ciudadanía, máxime cuando el mismo Mr. Draghi dijo que no tenía ningún problema en que su comparecencia se hiciese pública. ¿Decidió, entonces, el Gobierno del reino que esa ciudadanía no tenía suficiente capacidad para entender lo que Mr. Draghi tenía que decir por lo que mejor era que no lo oyese?. (En cualquier caso, si el presidente del BCE tiene que decirle a alguien algo fundamental en plan privado no hace ninguna falta que se monte un show como el acontecido el pasado Martes; pero un show perfectamente puede ser parte de otro show mayor).

¿Lo otro que dijo Mr. Draghi?. Pues se dice que vino a desarrollar las tres condiciones que han impuesto a España si finalmente acaba solicitando el rescate de la deuda; ya saben: que coja dos de estas tres: 1) reducción del número de funcionarios en un 10%; 2) reducción del importe de las prestaciones por desempleo en un 10%; 3) reducción de los importes de las pensiones en un 15% o prolongación de la edad de jubilación en siete años. ¡Uhauuuuuuu!.

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull. La carta de la bolsa