En cualquier campo, una crisis sistémica se produce cuando la ocurrencia de una cadena de fallos lleva a la imposibilidad de que el elemento afectado pueda continuar funcionando; en cualquier caso imoisibilita que pueda continuar funcionando autónomamente desempeñando por si mismo sus funciones vitales, por ello, un crisis sistémica, habitualmente, conduce a la muerte.

Lo anterior, por descontado, puede verse matizado por un montón de circunstancias. Estoy en Berlín y a pesar de que la ciudad-estado tiene una deuda (pública) de 65 mM€ la sensación de fiabilidad, de bienestar, que produce recorrer sus bulevares y avenidas es absoluta. Hoy en Berlín se está reconstruyendo Prusia porque Alemania es consciente de que se halla al inicio de su nueva era, y esa imagen de gloria no tienen que inventarla: ya la tuvo, luego sólo hay que recuperarla. ¿La deuda de Berlín?, calderilla.

Hoy Alemania funciona porque puede pagar ese funcionamiento, incluyendo sus miserias, como los 7 M de subempleados que perciben algo por no ser necesarios, pero España no es Alemania ni Catalunya es Berlín. España ya está en crisis sistémica por eso Catalunya, aún generando el 19% del PIB de España, no puede pagar lo que debe aunque genere muchísimo más de lo suficiente par pagarlo. Entre España y Alemania hay toneladas de diferencias. La distancia entre Berlín y Catalunya es una de ellas.

Su pueden convocar todas las cumbres que se quiera y llevar a cabo todos los encuentros y y todas las reuniones que se crea oportuno, pero lo único cierto es que con la geometría actual, ni Berlín, ni Catalunya, ni Alemania, ni España pueden pagar lo que deben. A partir de aquì …

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull. La carta de la bolsa