Habitualmente, noticiarios y telediarios dedican ingente cantidad de espacio a la situación económica general de los países, pero escaso a lo que sucede en el interior de las zonas en que esos países se dividen, que en España correspondería a lo que, pienso con poco acierto, se dio en llamar Comunidades Autónomas.

En los gráficos siguientes puede verse, en el primero, la relación existente entre deuda emitida por cada región sobre su PIB y saldo fiscal propio de cada una de las regiones a 31.12.2011; habiéndose tenido en cuenta, en el segundo, el saldo total, es decir, el propio y el interregional de cada región, tomando como base de este el existente a 31.12.2005, único oficial y publicado hasta el momento por el Gobierno español.

Es muy, muy importante, que cuando analicen estos gráficos tengan en cuenta el crecimiento de cada una de las regiones con el que se cerró 2011: Andalucía: 0,6%, Aragón: 0,7%, Asturias: 0,6%, Canarias: 0,3%, Cantabria: 0,9%, Castilla y León: 0,7%, Castilla – La Mancha: 0,3%, Catalunya: 0,8%, Com. Valenciana: 0,7%, Extremadura: 0,8%, Euskadi: 1,4%, Galicia: 1,0%, Islas Baleares: 0,6%, La Rioja: 0,9%, Murcia: 0,3%, Navarra: 2,0%; y sumen que la deuda pública de España alcanza el 70% del PIB y el FMI ha previó el 9 de Octubre que alcanzaría un nivel equivalente al 100% del PIB en el 2014, pero que redujo al 94,5% el 28 de Noviembre. Y no olviden que España precisa crecer al menos al 2% para crear empleo neto.

Metan todo eso en su saco: los desequilibrios que se forman son enormes: España no crece y debe la tira, y sus regiones no crecen y algunas no son sostenibles en el tiempo. ‘Houston, tenemos muchos problemas’.

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull. La carta de la bolsa