¿Qué hace que algo sea caro?, ¿por qué de otro algo se dice que es barato?. ¿Depende de la renta disponible?. ¿Lo determina la posición social de las personas?. ¿O bien es tan sólo una cuestión de percepción personal?.

La Teoría Económica distinguía antes entre los bienes de lujo y los de lujo relativo, pero hoy no porque hoy -hasta hace unos años- cualquiera podía tener acceso a la inmensa mayoría de bienes y servicios con que la oferta cubría a la demanda; el milagro lo operó el acceso al crédito que fue concedido graciosamente a la ciudadanía a fin de que absorbiese lo producido y sintiese la plenitud al poder acceder a sensaciones antes prohibidas.

En cualquier caso continuaron quedando rincones específicos, cotos cerrados en los que la mayoría de esa ciudadanía tenía el acceso vetado; son espacios que continúan existiendo, a pesar de esta crisis, si, o, tal vez, precisamente por ella.

La imagen que viene a continuación no es, repito, no es un montaje fotográfico, es real. Es el ticket de un restaurant que existe; el ticket correspondiente a una comida que en él tuvo lugar hace algunos meses; un ticket que muestra un total expresado en euros y cuyo detalle figura en su texto.

Mírenla bien porque pertenece a otro nivel, un nivel en el que esa ciudadanía a la que se concedió acceso a sus deseos nunca holló debido a que se hallaba más allá de su imaginación.

¿Caro o barato?. En el fondo todo es relativo, ¿no creen?.

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.– La carta de la bolsa