El tema más importante en el mundo bursátil ahora es el cambio de dirección de las tasas de interés en Estados Unidos, que coincide con el cambio de tono de la Reserva Federal respecto a la retirada de las medidas de estímulo. El miércoles la Fed indicó que si sus proyecciones económicas se cumplen, reducirán su programa de flexibilización cuantitativa (QE) a finales de este año, y eliminar totalmente las compras de bonos en algún momento de 2014.

Los mercados se han desplomado ante estas noticias, y las tasas de interés se han disparado, un movimiento que fue exacerbado por el propio Bernanke diciendo que no estaba preocupado por el aumento de las tasas.

Según Paul Krugman, es posible que esto pueda ser recordado como un error «histórico».

Si la economía se recupera, entonces está bien, la Fed va a salirse con la suya.

Pero digamos que la situación vuelve a deteriorarse de nuevo, y se haga evidente que se necesita una mayor flexibilización. Claro, la Fed puede volver a adoptar una QE, y volver a pisar el acelerador. Y la Fed ha indicado que conserva esta capacidad.

El problema es que al actuar como un banco central tradicionalmente responsable (tratando de evitar la inflación y las burbujas de forma preventiva) ya no puede comprometerse a ser irresponsable, que es lo que muchos han sostenido que es necesario para evitar una verdadera trampa de deflación. Hay una creencia generalizada de que lo que se necesita es que la Fed señale de alguna manera que, incluso si la inflación se acelera, no se levantará el pedal hasta que la economía alcance el potencial completo de producción de nuevo. Al actuar de manera preventiva cuando las cosas parecen estar bien, la Fed ha dinamitado esa herramienta.
Krugman opina brevemente sobre la última reunión de la Fed, en la que Bernanke confirmó que la Reserva Federal está volviéndose  mucho más dura, debido a unas previsiones relativamente optimistas. «Mi reacción es, esto no es bueno. Pueden salirse con la suya, pero también hay una seria posibilidad de que esto vaya a terminar pareciéndose a un error histórico.»

«Tenga en cuenta, en primer lugar, que la economía de EE.UU. sigue en profundo en el agujero, que es especialmente evidente si nos fijamos en el empleo en lugar del desempleo:

Lo cierto es que aún estamos muy lejos de los niveles de empleo aceptables. Mientras tanto, la inflación se mantiene por debajo del objetivo de la Reserva Federal. Tal vez la Fed crea que la situación va a mejorar – pero como todo el mundo señala, la Fed ha sido siempre demasiado optimista desde que comenzó la crisis. Y por ahora la economía aún necesita toda la ayuda que pueda conseguir.

¿Cómo puede ayudar la Fed? Para usar mi vieja frase, debe prometer creíblemente ser irresponsable.

Y lo que acaba de hacer, en cambio, es señalar que todavía es un banco central convencional.

¿Y qué pasa si los la recuperación se encalla y las expectativas de inflación se reducen aún más? ¿Puede la Fed enviar un mensaje creíble de que en realidad no es tan convencional, después de todo? Es difícil de creer, habiendo ya mostrado que puede empezar a retirar las bebidas antes de que comience la fiesta.

Realmente espero que la economía real se recupere a un ritmo que me haga pensar que mis temores son infundados. Pero si no es así, me temo que la Fed sólo habrá hecho más daño de lo que creemos. Carlos Montero –  Lacartadelabolsa